anhelando escuchar tu voz, sencilla...
Ver cómo el Sol de nuevo brilla
en tu cara bendecida...
Luna de nácar, plateada sortija,
en el rumor del llanto del viento
surge un puro sentimiento,
el Cielo en tu mirar se fija...
Dime, mi dulce ángel amado...
Dime cuánto has de esperar,
si tu alma quiere tanto volar,
¿por qué no estar a tu lado? ...
Las estrellas me cuentan un cuento,
me cuentan de ti, princesa adorada,
me cuentan que sin ti ya no hay nada,
que ya no hay cabida en lo que siento...
Lo que siento es un mundo entero,
un alma que ansía contigo volar,
superando lo cierto, conquistar...
Deslumbrar de un modo sincero,
entonar esa nueva melodía,
un canto que es tu voz, todavía,
todavía tus caricias permanecen...
En tu pelo, las aves enloquecen,
su brillo y elegancia les distrae..
El mismo Sol del Cielo cae
cuando tus labios aparecen...
Cuando en tus ojos los besos crecen,
cuentan que hubo una leyenda,
que por tu Amor hubo una contienda
y los temores... Desaparecen...
Desaparecen las nubes del Cielo,
no hay más cielo gris que mirar...
Hoy camino rumbo hacia el mar,
allí donde estará mi consuelo...
Allí donde sabrás que te quiero,
que la tristeza nunca hallarás,
que cada día te amo más
y embarcarás en ese crucero...
Ese crucero hacia la vida,
hacia una viva y nueva ilusión,
llena eres de viva pasión,
hermosa y admirada.. Querida...
Encontrando en tu Amor el camino,
me adentro en la senda de quererte,
sintiendo sólo el querer verte
y que tu alma es mi Destino
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