La Puerta del Cielo
Sentires de un día olvidado, queriendo ir a tu paraíso... El cielo supo de modo preciso cómo verme enamorado...
Desde el día que fui a conocerte, perdido en ti en cualquier lado, tan agradecido por lo que has dado, gloria tengas hasta la muerte...
Mi alma meciste en la cuna, mi corazón desde siempre tuviste, mi ser entero estremeciste pues como tú... No hay ninguna
Caigo sin fuerzas al verte reír, al verte jugar con un perro, tan radiante, luces más que un diamante... ¿Qué más podría pedir?
Desde el instante en que te vi he intentado obtener el favor del Cielo, quizás me quede aún el consuelo de poder abrazarte, de sentir, de sentir tu pecho en mi alma, que sólo encuentro la calma cuando te veo venir... Cuando te veo en mi cama
Dulce flor de mi vida, hermosa es tu voz que me llama, tu modo de ser lo que Dios ama y tu belleza, la más querida, esa mirada que el mundo aclama, tu pelo, que los ángeles admiran queriendo imitar tu hermosura...
La verdadera belleza perdura... Mientras los demás sólo miran a través de la cerradura yo me abro a ti sin temor...
Sólo esperando tu pasión, de tus besos, el calor... Decirte sin miedo, tener el valor de llegar a tu corazón, donde encontré la Puerta del Cielo, bien lo sabes, mi Amor, contigo no hay sufrir ni dolor y en mi tumba grabaré: "Te quiero"
Guardián del Alma
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